Después de un tiempo de ausencia vuelvo a la carga con más análisis de productos que han pasado por mis manos en algún momento de mi vida. A partir de ahora dedicaré numerosas entradas a material de entretenimiento electrónico y videojuegos, desde novedades hasta clásicos, de modo que si eres un fan videojueguil te aconsejo que permanezcas atento al blog desde ahora, al cual espero prestar mayor atención. Para "abrirte el apetito" te diré que en próximas entradas se ofrecerán opiniones de material relacionado con Nintendo, Sony, Sega, SNK y Microsoft, entre otros.
Hoy dedicaré la entrada a la primera y última teléfono-consola portátil fabricada por Nokia hasta la fecha: N-Gage. Corría el último trimestre del año 2003 cuando el fabricante finlandés de teléfonos móviles decide entrar en el mercado de las consolas portátiles ofreciendo un híbrido entre teléfono y consola portátil la mar de curioso y raro a simple vista, pretendiendo ofrecer juegos de "nueva generación" jugables desde el teléfono móvil. Un teléfono móvil que además cuenta con Bluetooth, radio FM, reproductor MP3 y demás zarandajas.
Lo que más llama la atención del apartatito es lo raro que se hace tanto jugar como hablar a través de él. Para lo segundo, el usuario debe desprenderse de la vergüenza que supone hablar con un teléfono apoyándolo sobre la oreja en una posición un tanto peculiar ("de canto"). Claro que también viene con un manos libres la mar de útil para estos y otros menesteres.
Aquí tenéis la maquinita en cuestión:
El sistema operativo de base es, como no podía ser de otra manera, el sello y estandarte de Nokia durante muchos años (en mi opinión demasiados, si miramos lo que representa la compañía hoy en día), una versión del gran Symbian S60, lo que da la posibilidad de instalar cientos de aplicaciones compatibles.
Pero vamos con lo que realmente marca la diferencia: la posibilidad de reproducir juegos. Estos juegos vienen en tarjetas MMC y muy bien empaquetados. La consola que yo compré venía con un juego de regalo: Tony Hawk's ProSkater. Y madre mía ¡qué juego!, ¡qué gráficos en 3D!, ¡cómo se mueve! y todo en una pantalla tan pequeña... Si algo no me convenció del todo fue la incómoda jugabilidad, en ocasiones, que transmitía el teclado; aunque esto dependía más bien de cada juego y no del hardware, donde la disposición del teclado era bastante aceptable.
De hecho, este Tony Hawk's fue el único juego que adquirí, ya que bastaron unas semanas, para que, gracias a las posibilidades de Symbian contáramos con emuladores, aplicaciones de la scene y Roms de juegos listas para instalar.
Ah, bueno! y otra cosa que no me gustó nada de nada, fue la necesidad de retirar la carcasa y extraer la batería cada vez que querías cambiar de juego o tarjeta MMC (algo que no pasaba si tirabas de Roms xD). Ya eran unas cuantas cosas en las que Nokia pecaba de novata, cosas que no le sucedían a Nintendo, líder indiscutible en consolas portátiles por aquel entonces. No obstante, todos los defectos de esta primera N-Gage, se paliaron con la fabricación de una segunda edición denominada N-Gage QD más pequeña, con el altavoz en una zona menos desvergonzada, más bonita estéticamente y sin tener que quitar la carcasa trasera y la batería cada vez que quisieramos cambiar la tarjeta MMC.
La verdad es que la N-Gage no tuvo el éxito esperado y sin embargo, para mí, es uno de los teléfonos más robustos que han existido y existen, y además con la posibilidad de jugar a juegazos de gráficos 3D. Cabe destacar que los mejores juegos en aparecer coincidieron con las últimas semanas de vida de la consola; aún recuerdo joyas como One o Pathway to Glory, con los cuales se podía jugar por internet, a través de cuotas de datos que se ofrecían en exclusiva. ¡Si hasta se creó una plataforma con servidores llamada N-Gage Arena, para registrarse y jugar online con otros usuarios!
Bueno, y después de contaros todo esto, os traigo una imagen de mi flamante N-Gage, por la cual, hoy en día, aún no ha pasado el tiempo. Actualmente ocupa un espacio reservado en mi colección de clásicos y material retro; de hecho, espero no tener que deshacerme de ella nunca.
Finalizando con esta breve review-historia de la Nokia N-Gage, decir que a pesar de que Nokia cometió varios errores (que más tarde quiso solventar con el lanzamiento de la N-Gage QD) y el poco éxito que tuvo en su día un teléfono para jugar como lo harías con una consola, hicieron que no se la valorara como merecía. Sin embargo, cualquiera que tuvo entre las manos esta máquina no quedó indiferente. Y aunque lo comento en pasado, lo mismo te ocurrirá hoy en día si tienes la suerte de hacerte con este oscuro objeto de deseo.
Valoración Personal: 8.
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